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El Corvette ha sido un coche, que ha triunfado en mil competiciones, siendo la última la "Pettit Le Mans" de 2.012. Competición encuadrada dentro de las American Le Mans Series. Y ha sido así desde el principio. El que se ve en las imágenes compitió entre 1.968 y 1.972, consiguiendo ganar en carreras como las 24 Horas de Daytona, las 12 Horas de Sebring (categoría GT) o el Campeonato nacional del Sport Cars Club of América.
Para la realización del coche, se partió de un chasis estándar de Corvette, al que le instalaron una carrocería de fibra e vidrio, jaula antivuelco y todas las piezas necesarias para competir, como son frenos, suspensiones, diferencial, asientos tipo baquet con arneses...
Bajo el capo se esconde un V8 que Chevrolet desarrollo en especial para este coche y para competición. Se trata de un L-88 big-block de 427 pulgadas cúbicas (6.997,276 centímetros cúbicos), que desarrolla 685 CV a 6.600 rpm. No esta nada mal para un coche con nada más y nada menos que 44 años. Antes no había tanta restricción en las normas, y se podían hacer cosas así. Enormes motores con potencia más que de sobra. Y del par, mejor no hablar.
Este Corvette L-88, fue restaurado en 2.012 por segunda vez, con los colores originales con los que gano en Daytona, restaurando también el motor original y subastado en Monterrey, California, en el mes de agosto.
Está claro que el próximo Corvette no se parecerá a este ni por asomo, pero seguro que no le faltan oportunidades para conseguir un buen palmares.
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