El Mustang ha participado en "drag race" desde 1.968, cuando utilizaba un propulsor V8 de 7 litros y gigantescos carburadores. Cuatro décadas después, comenzó a utilizar un V8 de 5,4 litros con inyección y sobrealimentado por compresor volumétrico.
Para 2.011 comenzó a utilizar el nuevo V8 de cinco litros del Mustang GT, con y sin compresor.
Todo esto viene a cuento de conocer un poco el modelo, ya que este último propulsor es el elegido para el protagonista de hoy, solo que para la ocasión, monta un par de turbos Borg-Warner, basados en los utilizados en el Focus ST, fabricados en aluminuro de titanio, una aleación de titanio utilizada en aplicaciones aeroespaciales y muy difícil de mecanizar.
Se contó con la ayuda de David Born, ingeniero de Ford que ha trabajado en el desarrollo del V6 de 3,5 litros EcoBoost turbo alimentado del la pick up F150.
El Mustang sigue evolucionando para estar siempre en todo lo alto en competición, aprovechando ese dicho de "gana el domingo, vende el lunes". Aunque realmente, el Mustang se "vende solo".
Es el primer coche de Ford Racing en utilizar turbo, y seguirán con el desarrollo para su puesta de largo en 2.013.
0 comentarios:
Publicar un comentario