Drifter Bikes surgió como casi todos los fabricantes, por las ganas del propietario de la marca por tener una moto según sus gustos, pero sin tener el dinero suficiente para comprarla, algo que suelen derivar en fabricarse la suya propia. Es un comienzo lógico y a partir de ahí es necesario ofrecer buenos trabajos. Y este, sin ser espectacular o fuera de lo común, lo es.
La moto data del '89 y fue importada desde Japón. no estaba en su mejor momento, pero era bastante aceptable.
Se modificó toda la parte trasera, con asiento, guardabarros y piloto artesanales, sobre un subchasis también especifico y artesanal. También se cambió la parte delantera, con retoques en la horquilla, nuevo faro y un mini velocímetro.
El motor recibió una rehabilitación completa con la ganancia de algunos caballos, se montaron neumáticos más gruesos y detalles como los reposapies de BMX.
Una base barata de conseguir y fiable, con una personalización igualmente barata. No es necesario gastarme miles de euros, aquí tienes la prueba.
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