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Bajo el nombre de "Classic Race", le han dado al modelo alemán un toque vintage que le sienta a la moto genial. Y apenas han modificado nada. Incluso mantiene la garantía de fabrica.
El kit, compuesto por un carenado frontal, que salta a la vista, una cubierta para el deposito de gasolina, el colín con el asiento incluido, tapas para los cilindros y algunas pieza más, está fabricado en fibra de carbono. Además, sin pintar, con el entramado de fibras a la vista.
El kit es para montarlo uno mismo, es decir, lo compras metido en una caja y se lo pones a la moto en tu casa. Pero el montaje es sencillo ya que utiliza los mismos soportes y anclajes de serie.
El problema viene como siempre del precio. 5.990 euros, más la moto claro, que cuesta algo más de 19.000 euros. Es lo que tiene fabricar las piezas en materiales exóticos.
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